Composición: El formato y la relación de aspecto

Vamos a hablar de la importancia o de cómo influye la forma del lienzo o del fotograma (su relación de aspecto) desde el punto de vista de la percepción y las sensaciones.

Composición: relación de aspecto

El formato (soporte)

En pintura, la palabra formato hace referencia a las dimensiones del soporte. Por ejemplo las dimensiones del lienzo o las dimensiones de la pared si se trata de un fresco…

En el caso de la pintura, las dimensiones y la forma del soporte se eligen antes de comenzar a pintar.

Y una vez terminada la obra tendrá esas dimensiones físicas para siempre.

En los inicios de la fotografía los soportes (formatos) eran muy variados.

Pero en lo que podríamos llamar fotografía moderna se ha estandarizado un formato rectangular.

En fotografía no tiene mucho sentido hablar de dimensiones físicas del soporte (ancho por alto en centímetros), porque a partir del negativo de película o a partir de una imagen digital se pueden imprimir en papel o en otros soportes al tamaño que queramos.

En fotografía, vídeo, etc. se habla sobre todo de relación de aspecto, como veremos a continuación.

A modo de curiosidad, en el mundo del arte el formato se suele expresar como alto por ancho, mientras que en fotografía, vídeo, etc. se expresa como ancho por alto.

El soporte como una ventana al exterior

Un cuadro o una fotografía lo podemos entender como la representación de una cierta ‘realidad’ (una escena real o figurada)

El soporte tiene unas dimensiones concretas.

Los bordes del soporte delimitan el campo visual de esa otra realidad que está representada allí.

En cierta forma el soporte funciona como una ventana al exterior.

Nos deja ver sólo una parte de esa escena, y esto tiene implicaciones sobre las sensaciones que nos provoca como observadores y la percepción e interpretación que vamos a hacer de lo que vemos (y de lo que no vemos)

Relación de aspecto

La relación de aspecto nos habla de la relación entre el ancho y el alto de una imagen.

Composición: relación de aspecto (ancho x alto)

Por ejemplo, el fotograma de película de 35mm tiene una relación de aspecto 3:2 (el ancho dividido por el alto nos da esa relación 3:2 o lo que sería lo mismo la relación 1.5)

La relación de aspecto no nos habla de dimensiones físicas absolutas: centímetros, píxeles, etc.

Sólo nos da la relación entre las dos dimensiones.

Relación de aspecto del sensor

El sensor (o cada fotograma de la película fotográfica) tiene su propia relación de aspecto.

Nos vamos a centrar en fotografía digital y por lo tanto en los sensores.

La mayoría de los sensores de las cámaras están basados en dos relaciones de aspecto:

  • 3:2
    ‘tres medios’
    Es la relación de aspecto en la que se basan los sensores Full Frame y los sensores APS-C
    También los sensores de algunos móviles y cámaras compactas (por ejemplo los sensores de 1 pulgada) suelen basarse en esta proporción
  • 4:3
    ‘cuatro tercios’
    Es una relación de aspecto clásica que se ha utilizado mucho.
    En la actualidad los sensores del sistema Micro 4/3 (Olympus / Panasonic) se basan en esta proporción
    También algunos móviles y cámaras compactas

La relación de aspecto de las imágenes que genera un determinado sensor heredan de forma ‘natural’ esa misma relación de aspecto.

Pero en la mayoría de las cámaras podemos elegir un formato de imagen diferente (otra relación de aspecto).

En esos casos lo que ocurre es que sólo estamos aprovechando una parte del sensor. Hacemos una especie de recorte directamente en el sensor, descartando la información que queda fuera de esa relación de aspecto de la imagen.

Lo mismo podríamos conseguir en edición, tomando la imagen original (p.e. una imagen en 3:2) y recortándola para dejarla en un formato diferente (p.e. 4:3 o 1:1)

NOTA: Ten en cuenta que no es lo mismo recortar (y redimensionar) que redimensionar directamente cambiando la relación de aspecto. En el primer caso mantenemos las proporciones del contenido. En el segundo caso estaríamos deformando el contenido de la imagen.

Relación de aspecto en fotografía y vídeo

Ahora estamos refiriéndonos a la relación de aspecto de la imagen final.

Por ejemplo de la imagen que vamos a imprimir o de la imagen que vamos a publicar en una web o en una red social.

En principio podríamos imprimir o publicar imágenes en cualquier relación de aspecto arbitraria que se nos ocurra.

Sin embargo hay una serie de formatos o relaciones de aspecto estandarizadas:

  • 3:2
    Es una de las proporciones más usadas, precisamente porque durante muchos años ha sido históricamente un formato predominante, sobre todo en fotografía de consumo con la popularización de la película de 35mm
  • 4:3
    También un formato muy popular porque durante mucho tiempo las pantallas de TV y los monitores de ordenador tenían esta relación de aspecto.
    El sistema Cuatro Tercios y posteriormente el sistema Micro 4/3 se basan en esta proporción.
  • 1:1
    Formato cuadrado
    Usado por ejemplo en los modelos más populares de Polaroid
    Muy popular con la llegada de redes sociales como instagram
    También utilizado en fotografía de gran formato (fotograma de 6 x 6 cm por ejemplo)
  • 5:4 Un formato usado inicialmente en cámaras de gran formato.
    Popular debido a que es una relación de aspecto usada en instagram (versión vertical 4:5)
  • 16:9
    Es el formato estándar de vídeo en la actualidad
    También se usa a veces en fotografía para conseguir un aspecto más cinematográfico

Para cualquier relación de aspecto (excepto el formato cuadrado lógicamente) podemos decidir si utilizamos el encuadre en posición horizontal (apaisado) o en posición vertical.

Como veremos ahora, cada formato tiene efecto sobre la imagen final.

Formatos y sensaciones

Vamos a volver a la idea de que el formato, la forma del soporte, se comporta en cierta forma como una ventana que nos deja ver parte de una escena.

Hablo desde el punto de vista del observador de la imagen.

Esa ventana nos impone unos límites, nos ofrece un campo de visión muy concreto.

Y como vimos anteriormente en algún capítulo hablando de la percepción visual humana, el cerebro reconstruye una ‘realidad’ a partir de la información que recibe.

En una escena real tenemos la posibilidad de mover los ojos, mover la cabeza, movernos nosotros mismos… para recopilar más información de la escena y construir una representación más precisa.

Cuando vemos una imagen no tenemos esa posibilidad.

Los bordes de la imagen marcan la frontera. Fuera de esos bordes ya no tenemos más información, ni tenemos la posibilidad de meter la cabeza en la imagen para ver qué hay más allá.

El formato físico (tamaño real de la imagen, en centímetros o metros) y la relación de aspecto influyen sobre la percepción del contenido propiamente dicho.

No es lo mismo ver un cuadro pequeño que uno enorme.

Y no es lo mismo ver un formato apaisado que uno vertical o uno cuadrado.

Nos vamos a quedar por ahora con la relación de aspecto en sus variantes (apaisado / vertical) y vamos a comentar un poco qué efecto suele provocar en el observador.

Formato 1:1

El formato cuadrado suele generar una sensación de simetría y equilibrio estático.

Composición: relación de aspecto 1:1

El centro del encuadre suele tener bastante protagonismo.

En general es un formato que funciona muy bien para escenas con un protagonista principal en el que queremos centrar toda la atención del observador.

En esos casos no hay mucho espacio para la información de contexto.

Podríamos decir que es un formato muy neutro con respecto al contenido, pero quizás podemos correr el riesgo de generar una sensación de encajonamiento.

Formato 5:4 (apaisado) / 4:5 (vertical)

Básicamente aplicaría lo que hemos comentado para el formato cuadrado, pero dejando ya un poco más de espacio (aire) hacia alguna de las dimensiones.

Formato 3:2

Es una relación de aspecto a la que estamos muy acostumbrados (las típicas fotos en papel de 15 x 10 cm).

Composición: relación de aspecto 3:2

Es un formato más panorámico, con una dominante clara de la horizontal.

Casa bastante bien con la sensación que tendríamos al ver una escena con nuestros propios ojos.

Funciona muy bien para paisaje por ejemplo o para situaciones en las que queremos añadir información de contexto junto con el sujeto principal.

El fondo puede aportar más información.

También es más fácil integrar elementos que se están en movimiento en la escena real.

Formato 2:3 (versión vertical)

El formato 3:2 en versión vertical se utiliza mucho para retrato por ejemplo.

Composición: relación de aspecto 2:3

En este caso el espacio lateral es muy pequeño y no deja mucho margen para incluir contexto (en situaciones en las que hay un protagonista muy claro en primer plano).

Este formato genera un dominante vertical muy clara.

Por ejemplo en el caso de paisajes permite hacer un recorrido desde el primer plano (elementos más cercanos) hasta el fondo y el cielo, que se situarían en la parte superior del encuadre.

Es decir, podemos generar una sensación de profundidad (espacio 3D) muy fuerte.

Pero también es cierto que a veces es complicado encontrar una composición adecuada que rellene todo el espacio vertical.

Formato 4:3

Es un formato bastante neutro.

Composición: relación de aspecto 4:3

No genera una dominante horizontal tan clara pero tampoco le da tanta predominancia al punto central.

En última instancia es el contenido el que establecerá la relación.

Desde mi punto de vista es una relación de aspecto bastante versátil que va bien prácticamente para cualquier tipo de fotografía. Como digo, las sensaciones van a tener más que ver con la composición del propio contenido.

Formato 3:4 (versión vertical)

Se utiliza también mucho para retrato.

Composición: relación de aspecto 3:4

Para un encuadre similar, esta relación de aspecto da un poco más de espacio lateral en caso de primeros planos (con respecto al 3:2 en formato vertical)

Es quizás un formato más equilibrado para fotografía de paisaje en vertical. No genera tanta sensación de profundidad como el 2:3, pero a cambio compensa bastante bien los espacios horizontales y verticales.

Formato 16:9

Es el formato más utilizado en vídeo.

Y cada vez se usa más en fotografía porque se adapta mejor a la visualización en dispositivos móviles.

Es un formato panorámico, y por tanto con una gran dominante horizontal.

Recuerda mucho al cine y el vídeo, así que lo asociamos más a escenas con movimiento. Va muy bien por ejemplo para escenas de acción o encuadres en los que queremos dar esa sensación de algo cinematográfico.

Es una proporción que encaja muy bien con la fotografía de paisaje horizontal, cuando queremos dar esa sensación de amplitud.

En la versión vertical 9:16 es quizás demasiado agresivo porque nos da muchísimo espacio vertical y nos encajona un poco en los laterales.

Consejos / recomendaciones

Yo suelo utilizar (en fotografía) la relación de aspecto que proporciona el sensor.

Luego en edición hago recorte si veo que la foto me pide una relación de aspecto diferente.

Esto es una cuestión personal, no quiere decir que sea mejor o peor.

Si estás más cómodo encuadrando con la relación de aspecto que quieres para tu imagen final, adelante.

La relación de aspecto afecta a cómo percibimos el contenido como observadores.

Pero en muchos casos si hacemos un encuadre similar con dos formatos, por ejemplo una versión en 3:2 y otra versión en 4:3, es probable que cualquiera de las dos versiones genere sensaciones también similares. Esto ya serían cuestiones subjetivas y de gustos personales de cada observador.

Los encuadres apaisados (horizontales) con respecto a los verticales sí suelen suponer un cambio mucho mayor en la interpretación de la escena y las relaciones de composición.

Entonces, mi recomendación sería que aunque tengas muy claro un encuadre, prueba a hacer también la versión alternativa.

Por ejemplo, imagina que estás haciendo fotografía de paisaje y tu criterio te pide siempre el encuadre horizontal en cada localización.

Bueno, pues trata de buscar también para cada encuadre horizontal una versión alternativa en vertical.

Muchas veces ocurre que cuando revisas después las fotos en el ordenador, las cosas se ven de forma diferente. Y lo que sobre el terreno te parecía un encuadre demasiado extraño o agresivo, quizás luego lo veas con otros ojos.

El formato, la relación de aspecto, forma parte de la composición.

No te cierres a usar un formato u otro según el tipo de fotografía porque se supone que tiene que ser así y ya está.

No hay reglas.

Prueba. No vas a perder nada.